
Así se titulaba el primer capítulo de un libro de los años cincuenta que se llamaba "Tu belleza". La autora era Anita Colby, que al parecer fué una asesora de imagen o como entonces se le llamara, del hollywood de entonces. Se supone que aquello era un tratado para hacer de cualquier jovencita, una mujercita americana perfecta, en todos los sentidos.
"Enseñaba", entre otras cosas, a lavarse , a peinarse, a vestirse, a comportarse, a a delgazar, a decorar la casa, a recibir invitados, a ser invitada.., y a tener una cita con un chico sin meter la pata.
Mi amiga Rocío y yo, pescamos ese libro en la biblioteca de su casa. Era de su madre, cuando era una jovencita quinceañera. Nosotras teníamos entonces esa misma edad. Lo pillamos un fin de semana y nos propusimos hacer un cursillo intensivo en el que nos pusimos mascarillas, arreglamos nuestro armario, hicimos gimnasia, dieta.. . Lo de recibir invitados, poner la mesa y ser invitadas nos importaba menos, muchísimo menos en aquel momento. La verdad es que después de ese fin de semana nos olvidamos del libro, y volvimos a comportarnos como quinceañeras de los 80 en lugar de unas de los 50.
Pero ese primer capítulo lo recuerdo cada domingo, cuando tengo que lavar la ropa sucia de toda la semana, poner secadoras, lavavajillas, pasar aspiradora y cambiar sábanas, y sonrío con sarcasmo al recordar la alegría y el orgullo con el que se supone deberíamos sentir como buenas chicas, políticamente correctas, al vaciar y ordenar armarios, planchar camisas, doblar calcetines y perfumar la habitación, se supone que llena de encajes y posters de James Dean, Elvis Presley y angelitos de la guarda. Ahora pienso: ¿Existieron aquellas mujercitas de verdad?.