jueves, diciembre 20, 2007

Amy.




Fue Alvaro quien me descubrió que esta chica delgaducha y desgarbada era la propietaria de la adictiva voz que desde hacía tiempo venía escuchándose en las pocas emisoras de radio que tenían a bien hacer gala de buen gusto de vez en cuando.
Pero el “Pirata Encuentracosas” me dijo algo más: “Sé que te va a encantar la música que te he preparado, estoy seguro”, (él conoce mis gustos y mis disgustos), sin embargo, la historia de la chica es un desastre; el típico caso de fama mal llevada: Bebe, se droga, lleva malísima vida, y hasta creo que le zurra el novio…
Pues llevaba razón Alvaro: la historia de Winehouse pasa a formar parte desgraciadamente de la larga lista de famas repentinas y derrochadas por los atajos de la mala vida.
Tiene Amy sólo 24 años. Y en el último disco ya lleva acumulados (hasta el momento que conozco), seis grammies y otros tantos discos de oro, platino…. Es escandalosamente buena. Lleva una banda de una calidad rara de ver en las producciones actuales. Los directos son impecables en cuanto a sonido, coreografía, dirección… Todo si el día de la actuación, la solista no se presenta borracha, drogada o afónica. Esto es lo que viene ocurriendo desde el año pasado.
La historia es la misma de siempre:
Chica rarita pero de familia bien, es encontrada por el productor musical adecuado, que encarrila su hacer, la provee de una banda, (un coreógrafo particular no, porque se nota que aún sobria lo sigue necesitando), y contratando actuaciones varias, consigue ponerla en el lugar artístico que le corresponde.
¿Y qué pasa entonces?. Pues que chico listo conoce a la chica, y se ofrece “generosamente a compartir con ella sus logros, poniendo a su disposición todas las vertientes que la vida canalla puede poner a sus pies.
El resto ya es conocido: Amy cada vez más delgada y demacrada. Su figura ha pasado a ser de femeninamente redondeada, a tristemente esquelética, y lo peor: a una velocidad vertiginosa. Descuida su cuerpo, prácticamente cubierto de tatuajes, y su alma, prácticamente llena de desangelos. No quiero ni pensar en las cicatrices que todo esto puede llegar a dejarle en caso de que su vida de un giro radicalísimo y mande toda la mierda que la rodea, hasta el infinito y más allá.
Su “maridito” canalla, está pasando un tiempecito en chirona, desconozco por qué causa. Amy se encuentra sin él, perdida y deprimida.
Las ultimas noticias sobre ella es que su madre llorosa y desesperada, ha escrito una carta en un diario londinense rogándole su regreso al redíl familiar. Ojalá la llamada cause el efecto buscado. Ojalá esto sólo sea un episodio triste dentro de una historia con final feliz.
Yo, en cualquier caso, no puedo evitar, cuando escucho la música de la Winehouse, que mi imaginación evoque la voz y la biografía de una de mis Grandes: Billie Holliday.
Pero es otra historia…, tal vez otro día…

jueves, diciembre 06, 2007

Amistad espirituosa.


A las once y pico de la noche más o menos, he recibido una llamada:

"Sioux, estoy en tu barrio y he visto un aparcamiento, (eso es como encontrar el santo grial): ¿Tienes plan pa cenar? ".

"Sí, aparca y sube pa casa: Tenemos plan pa cenar".

Mi amiga del alma, pero del alma del alma, del alma, vamos, que nos conocimos el primer día de guardería, ha estado en casa cenando conmigo.

Menú:

De primero: Consomé casero con cucharadita de vino de Jerez, y en lugar de picatostes, patatas fritas de bolsa, (Sí, mi alter ego es así de rarita, le viene desde chiquita).

De segundo: Ensalada de todo con gambas y salsa rosa.

Vino: Rioja of course, ella una copa, que tenía que conducir: yo dos. Las DOS que me puedo tomar sin peligro de terminar tuteando a los guardias.

Postre: Ays , sí, si: Flan comprado en el súper, y de chupito: LEMONCELLO de SORRENTO, servido en las preciosas copas de mi abuela. Como ella decía, (Y yo también): La belleza está para disfrutarla.

Mayte ha probado el licor; Yo he aprovechado que no tengo que ir conduciendo hasta mi cama.

No sé cómo dormiré. Me preocupa más cómo despertaré, pero que me quiten lo bailao; Las risas, el cachondeito, los chistes, los comentarios sobre humanos y divinos y los visionados de grabaciones de la hora chanante y performances de Paco León-Raquel Revuelta, pa nosotras se quedan :)!

!VIVA LA AMISTAD!

domingo, diciembre 02, 2007

Mi mamá me mima.


La educación sin implicación emocional, no es educación. Es adiestramiento, instrucción. Se puede aleccionar, pero educar es otra cosa.

No soy yo la descubridora (por suerte, que ya es algo sabido desde hace mucho tiempo), de que es fácil hacer niños, pero difícil ser padre, de que de nosotros depende en gran parte, la clase de hombres y mujeres que serán nuestros niños. Del mismo modo sabemos, que hay mucho en nosotros de lo que fueron nuestros padres, de lo que nos dijeron nuestros padres, de lo que vimos en nuestros padres.

El amor es fundamental, básico para el ser humano. El indivíduo que crece sin apegos emocionales, sufre, vive con inseguridad su infancia, su pubertad, adolescencia, y como consecuencia de ello, su vida adulta se llena de desproporciones y despropósitos emocionales, de vacíos, de dudas, de transtornos. Quien sale indemne de una infancia difícil, es además de un ser afortunado, muy afortunado, alguien que creo aún no ha nacido para venir y contarlo.

Pero lo contrario del amor no es el desamor o el desapego; como lo contrario del blanco no es el transparente, sino el negro, lo contrario del amor no es el desamor indiferente, sino el odio, el desprecio.

Si soportar esto es duro, difícil y agotador para un adulto, para un niño es nefasto. No hay nada más triste que un niño triste. No hay nada más doloroso que la mirada desangelada de un chiquillo que sufre. Por desgracia también hay muchos seres a los que estas miradas y estas lágrimas les resbalan como agua sobre aceite.

Lo más grande que tiene un niño son sus padres. Sus papás son los más listos, los más guapos, los que más saben, los que más..... . Si uno de ellos les grita, los gritos serán para ellos los más fuertes del mundo; si uno de ellos les agrede, no habrá agresión más dolorosa emocionalmente, (y físicamente, algunas veces. Tremendo). Si un papá o mamá insulta, rebaja, humilla o descalifica a su hijo, el efecto puede pasar de doloroso a fulminantemente decisivo en el presente y futuro de esa criatura.

"Yo no pego a mis hijos, eso es maltratar, yo no soy un maltratador".

Y se quedan tan tranquilos cuando dicen cosas asi, cuando agredir es más fácil y común, cuando se hace de palabra. La ley nos ampara, se pone de nuestra parte, nos aconseja y ayuda para que cuando presenciemos agresiones a mujeres o a niños, las denunciemos aún no siendo parte implicada en los hechos. Pero cuando las agresiones son verbales , qué?. ¿Es que esas no duelen?. Los moratones se curan; los huesos se escayolan, pero el alma cicatriza?.

El viernes pasado, estábamos el escritorzuelo y yo tomando un aperitivo en un bar. En la mesa de al lado había una mujer de entre 35-40 años, escotada y peripuesta, fumando un largo cigarrillo y hablando por teléfono mientras sus dos niñas jugaban a su alrededor. Tendrían unos cinco años la mayor y unos tres la pequeña. La chiquitaja se afanaba en agarrarse a la falda de su madre, en jugar sin apartarse demasiado de ella. Lógico. Nuestros ojos y pensamientos, (los del Mr.Writer y los míos), se quedaron a cuadros cuando la mujer le pegó un manotazo a su niña sin mirarla siquiera y le dijo a voz en grito: "Joer "Sáron", eres como un grano en el culo, aparta ya coño!.

Lo dicho, hacer niños es fácil.