miércoles, enero 25, 2006

La pantojita

Hace unos diez años que me vine a vivir a esta casa. Era a principios de Marzo y había una verbena de carnaval en la plaza donde vivo, así que imaginaos el comité de bienvenida que esperaba al camión de mudanzas.
Y qué nochecita pasé, mare, con el "Carnavalll carnavallll, y el verbeneo y despiporre de la peña en la plaza, los gritos de "Ntoniooo esperaaaa, que te llevas mis llaves del cocheee", las risas, etc. Y la orquesta, qué decir de la orquesta: Socorro. Es lo mejor que se me ocurre. Para qué recordar aquel machachón chim pum, chim pum.
Pero yo estaba feliz, espectante , como siempre que comienzo un proyecto. Nada podía enturbiar mi ilusión.
Acabadas las tareas de meter en mi casa las doscientasmilmásuna cajas que traía del otro piso, más los muebles nuevos para este, (que es más grande ), me dediqué a ir colocando todos los objetos posibles e imposibles al mismo tiempo que iba recibiendo las amables y remuneradas visitas de carpinteros, pintores, electricistas, tramoyistas.. !Ay no, perdón, tramoyistas no vinieron, pero creo que son los únicos que faltaron por entrar en mi casa aquellos días.
En esto, los días pasaban, el tiempo avanzaba y llegó la primavera. Qué delicia, la plaza luminosa y llena de naranjos en flor, el olor a azahar estaba por todas partes, y desde mi ventana el horizonte. Y claro, con la buena temperatura, todas las ventanas de la casa abiertas.
Y así fué como la descubrí. Estaba yo colocando alegremente mis objetos queridos sobre las estanterías cuando escuché un graznido parecido a una voz humana, que con tono infantil pretendía entonar: "Capoteeee de grana y orooooooooo". Zocorro, cogí el tocho de las páginas amarillas en busca de un exorcista, porque los berridos seguían y seguían. Pero no, no lo hice, porque de pronto escuché una voz de mujer adulta que respondía a los graznidos: !Muy bien mi niña, sisi, ahora cántame por Marifé de Triana. Y la voz volvía a graznar: "Maríaaaaaaaa de la ooooooo, qué desgrasiaíiiiiiita tu eres, teniéndolo toooooooooo". Diosmiodemivida, me había tocado de vecina una pantojita!!!. No podía cerrar las ventanas para no oirla porque me perdería la brisa perfumada de azahares que tanto me había atraido hacia esta, mi nueva casa! . Y voilá!, se me ocurrió una solución desesperada: El blues, el Rock, El pop, la Opera; es decir: La MUSICA. La de verdad, la bien entonada, esa que libera y le da brillo al pelo !. A partir de ese momento, cada vez que escucho cantar a la pantojita por el patio del edificio, (por fortuna vive en otra escalera, a cuyos vecinos compadezco), me dispongo a poner mis cds a toda leche. Si no consigo que la muchacha cambie de opinión en cuanto al enfoque de su carrera artística, al menos ella y el resto de los vecinos escucharán buena música. :)
Y si, la moza sigue pretendiendo cantar, solo que ahora no es una voz infantil de niña del exorcista, sino voz de mujerona desgañitada. No sabría deciros que es peor, aunque al menos ahora no se puede culpar a su ilusionada mamá .

5 comentarios:

marga dijo...

Soy la primera!!!!!
Enhorabuena por el blog, que ya teníamos ganas. Esta tarde mismito te pongo en mis enlaces.

Y una cosa: la pantojita también canta en febrero... que miedo!!!

Besos mil

Anónimo dijo...

Ji, ji, ji. Moooola !

siouxie dijo...

Hola Cris :) bienvenida!

Anónimo dijo...

jajajaja... yo tengo vecinas de 12 a 14 años que ponen bisbales, reguetones y bustamantes a todo volumen a las 11 del sabado, y yo me acuesto a las 8,pense q era lo peor pero despues de pantojilla no se yo eh... bienvenida!!

PPA dijo...

me ha gustado la forma de relatarlo siou una matizacion la cancion española aunque no me gusta mucho tb puede ser buena musica. Suscribo no obstante lo de las pantojitas que destrozan las canciones
besitos