Y de pronto, a los cuarenta años, se registró en una red de internet para no perder el contacto con sus compañeros de los cursos que había estudiado en el extranjero. Al principio le pareció hasta divertido.
Y empezaron a aparecer antiguos conocidos que la buscaban por su nombre.
Y observó que hay en el mundo unas cien mujeres llamadas como ella, con nombre y apellidos.
Y también descubrió con espanto que estaba siendo encontrada por su pasado, ese que de vez en cuando añoraba con nostalgia; pero también estaba siendo encontrada por el que había querido olvidar.
Hasta que una noche, horrorizada ante la aparición de ex-pretendientes indeseables, ex-condiscípulas del colegio de monjas y demasiados ex-elementos para su cuerpo serrano, decidió pulsar un botón, el llamado "supr".
Porque el pasado es un boomerang que a veces vuelve directamente para metérsenos en un ojo.
7 comentarios:
Mujer, con denegar y privatizar era suficiente (vaya parezco la Espe...)
;)
Querido Daniel H.M:
Como habrás observado, querido, el asunto no está relatado en primera persona.
(Yo también te quiero :P)
Muy bueno!!!!
Y me alegro que no esté basado en hechos reales :-)
Pues yo me estoy pensando lo de dar el cerrojazo al msn y al feisbuk y mirar sólo los correos...
P'atrás, los cangrejos. Pero cacho caparazón y peazo pinzas...
por eso no me abrì cuenta en ese "libro de caras", porque si no estan en mi presente es porque no quize que asì sea.
saludos, Ro.
el feizbuk es el anticristo.
no me gustaria encontarme con nada del pasado, que desgradable...
"excondisipulas" jejeje..
se lo que se siente.
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